TOC Somático
El trastorno obsesivo compulsivo somático se caracteriza por la fijación constante en sensaciones y funciones corporales normalmente automáticas. Quienes lo padecen experimentan pensamientos intrusos y comportamientos compulsivos centrados en monitorizar y controlar sus propios procesos fisiológicos como la respiración, el parpadeo o los latidos cardíacos.
Estos pensamientos obsesivos acaparan por completo su atención y capacidad de concentración, provocando intensos temores sobre las posibles consecuencias de no mantener esas funciones bajo un estricto control voluntario. Por ejemplo, la persona puede angustiarse con ideas como “Si no respiro a un ritmo concreto, podría asfixiarme” o “Si no parpadeo las veces exactas, mi vista se verá dañada”.

En resumen, esta variante del TOC implica la preocupación desmesurada por regular consciente y meticulosamente procesos corporales que, en condiciones normales, ocurren de forma involuntaria e imperceptible. Esto genera un enorme sufrimiento e interfiere gravemente en su vida cotidiana.
Ejemplos de OBSESIONES
“¿Por qué siento tanto el movimiento de mi garganta al tragar?
No puedo dejar de prestarle atención”.
“Necesito contar cuántas veces parpadeo por minuto para asegurarme de que es un número normal”.
“No logro dejar de enfocarme en los movimientos involuntarios de mis manos cuando estoy quieto.
¿Por qué lo hacen?”.
“Siento que no estoy respirando profundamente.
¿Y si me estoy quedando sin aire poco a poco?”.
“No puedo quitarme de la cabeza el ritmo de mis propios pasos. Tengo que caminar contando compulsivamente”.
Ejemplos de COMPULSIONES
Respirar siguiendo un ritmo estricto y contado para intentar controlar la respiración.
Parpadear una cantidad fija de veces cada cierto tiempo para no perder la cuenta.
Tragar saliva repetidamente enfocándose en la sensación para asegurarse de hacerlo “bien”.
Monitorear constantemente los latidos cardíacos tocándose el cuello para verificar que late normalmente.
Tensar y relajar repetidamente distintos grupos musculares para sentir que los está controlando.
Rezar durante horas o pedir confirmación de líderes religiosos más a menudo de lo que es realmente necesario.
Rehuir ejercicios aeróbicos intensos que lo hagan enfocar en su respiración agitada